ETIQUETA EN LA OFICINA
No importa qué tan flexible o relajado
seas, una oficina es un espacio social, y por lo tanto existen ciertas reglas
de etiqueta que rigen el buen comportamiento dentro de ella. Esto se debe a que
algunas actividades pueden resultar molestas para el resto del equipo, e
incluso, afectar su productividad.
REGLAS DE ETIQUETA EN LA OFICINA:
- No comas en la oficina, en especial alimentos muy condimentados o de olor fuerte (como el atún o cebolla) ya que pueden ser muy molestos.
- No digas palabras altisonantes, aunque estés muy molesto. Si se te dificulta controlarte, recuerda que este tipo de actitudes sólo demuestran tu falta de respeto hacia los demás.
- Si quieres escuchar música, usa audífonos. No a todo el mundo le gusta el mismo tipo de música, por lo que no debes “forzarlos” a compartir contigo.
- No platiques con otros colegas sobre temas irrelevantes y menos de un lado a otro de la sala en voz alta. Esto genera distracciones poco productivas para el resto del equipo.
- Si vas a prender o apagar el aire acondicionado (o abrir la puerta) pregunta al resto de los compañeros. Sin embargo, toma en cuenta que trabajar con calor puede disminuir la concentración de las personas.
- Pon tu celular en vibrador. Si tu Smartphone suena constantemente (y con la misma melodía) puedes molestar a los demás.
- No rocíes perfumes o lociones, a menos de que sea necesario o que los demás estén de acuerdo. Lo mismo ocurre con tu propia loción; evita ponerte demasiada o que sea un aroma muy dulce.
- Intenta mantener tu lugar (y a ti mismo) lo más limpios posible. Trabajar en un lugar sucio y lleno de papeles puede afectar el desempeño de las personas y darte una muy mala imagen.
- No te rías como loco frente al monitor. Esto, además de ser molesto, es una prueba de que no estás trabajando en algo importante, sino que estás chateando con algún amigo o viendo sitios humorísticos, como videos en YouTube.
- Apréndete el nombre de todos tus colegas. Aunque tengas pésima, memoria intenta recordar el nombre y cargo de todas las personas presentes en la oficina. No hay nada más incómodo que se refieran a ti como “hey tú” u “oye tú”.
- Evita los ataques de ira o de llanto. Todos somos humanos, pero como líder o empleado no puedes demostrar abiertamente tus emociones, ya que esto genera desconfianza entre el equipo. Si sientes que no puedes controlarte, retírate y busca otro espacio.
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